Abrimos cada puerta sin usar la fuerza y ​​sin tener que repararla

En muchas ocasiones nos enfrentamos a situaciones que desalentan nuestra felicidad y satisfacción, especialmente cuando se trata de abrir puertas que parecen cerradas con llave. ¿Por qué sacrificar nuestro tiempo y energía en el intento de forzar la entrada si es posible abrir una puerta sin necesidad de recurrir a la fuerza ni de tener que repararla?

Abrir una puerta sin usar la fuerza es posible si cumples con ciertas reglas básicas, como saber dónde está el tirador o palanca y usar la energía correcta para empujar. Algunas veces estos trucos no funcionan, en cuyo caso deberás comprobar si la puerta se ha atascado debido a una deformación, un objeto colocado debajo de ella, alguna parte oxidada o mala presión.

Una vez que hayas encontrado el problema, puedes intentar corregirlo abriendo la puerta con vigor y determinación. Esto requerirá paciencia, pero evitarás sacrificar tu tiempo y energía durante mucho tiempo en el intento de forzar la puerta. Puedes limpiar los bordes exteriores de la superficie de la puerta con alcohol para liberar el bloqueo provocado por el oxígeno y la grasa.

También tienes la opción de usar un producto especial para desatascar puertas, llamado líquido desatascador, que liberará los bloqueos formados entre los bordes y los marcos con su fórmula química única. En caso contrario, puedes emplear el recurso más tradicional: golpeando ligeramente en los puntos clave alrededor del marco de la puerta para hacer presión hasta que se abra.

Lo más importante es mantener siempre el auto control al abrir cualquier puerta sin usar la fuerza. Si sigues estos consejos seguramente podrás abrir tu puerta sin tener que recurrir a la destrucción ni incluso repararla después.

El año pasado empezamos una campaña para crear conciencia e incentivar el uso de los mecanismos perfectamente funcionales de apertura de puertas, evitando la fuerza y el daño que esto ocasiona. Estamos muy contentos de comunicar que nuestra campaña está logrando excelentes resultados: cada vez más personas están tomando la decisión de abrir sus puertas sin usar la fuerza y ​​sin tener que repararlas.

Realizamos esta campaña para promover la seguridad de los espacios cerrados, como puertas y edificios protegidos con cerraduras, implementando la práctica de abrir las puertas manualmente con una llave u otras herramientas. El uso del forcejeo, es decir el uso de objetos contundentes o útiles físicos es considerado inapropiado para abrir los cierres antiguos o dañados.

También estamos emitiendo un llamado para incentivar la utilización de mecanismos alternativos a los tradicionales. El empleo de sistemas electrónicos, dispositivos magnéticos o biometría, evitara la necesidad de aplicar una fuerza para abrir las puertas sin generar daños en los equipos mecánicos y con la seguridad necesaria para cumplir con los parámetros establecidos por el administrador del edificio al que pertenecen.

Nuestra campaña está teniendo éxito en su objetivo principal, pero todavía queda mucho por hacer. Invitamos a todos a colaborar en este gran descubrimiento: el de abrir puertas con un método seguro y eficiente. ¡Abrimos cada puerta sin usar la fuerza y ​​sin tener que repararlas!